23 de noviembre de 2012

la caza (2ª parte)

Como ya se señalaba de alguna manera al final de la 1ª parte sobre la actividad cinegética, hay que diferenciar de aquél (en general, de pueblo) que se patea el monte durante horas en invierno y caza animales como perdices, liebres o jabalíes para el autoconsumo; del burgués de ciudad que llega en su todo-terreno jodiendo el entorno, y con toda la cacería montadita para que sólo tenga que apretar el gatillo y llevarse una ristra de trofeos conque alimentar su mierda de ego.


El rifle como prolongación o sustituto de una virilidad mermada. Carlos Delgado, Conseller de Turismo y Deportes de Baleares, posando con los testículos de un ciervo que acababa de matar, sobre su cabeza haciendo el signo de la victoria con el rostro sonriente y ensangrentado... ¿una representación psicológica de apropiación de unos atributos masculinos de los cuales carece el satisfecho personaje? Éste se defendió aseverando que "Me gusta la caza mayor, la caza menor, la pesca, los toros y otras muchas sanas costumbres que nos gustan a todos los españoles" (?!). Entre otras sanas costumbres, tiene también la de intentar enchufar a las hembras con las que se relaciona, como la que llegó a contratar en la Conselleria como "asesora técnica".

Pasando a otro plano, y extraído tal cual de un blog varias veces referenciado por aquí. Sublime e hiper-metafórico, como siempre: Diálogo entre un cazador y un corzo al descubrirse que tras la Realidad se encontraba el primero disparando al segundo.

Cazador -No es nada personal.
Corzo -Lo que ocurre es que en realidad te crees mejor que yo.
Cazador -No te pongas así, a mi lo que me gusta es tu carne.
Corzo -Llegaste a nuestras tierras, donde pastábamos alegremente, y dijiste "¡Son mías!" Y te dedicaste a dispararnos.
Cazador -Por placer ¿Qué hay de malo en el placer?
Corzo -¿Qué hay de malo en el placer? Te lo diré, mira esta fotografía:

Cazador -35 kilos de carne.
Corzo -Un mundo destruído que conocía el secreto de la felicidad. Era mi amigo.
Cazador -Jijiji ¡Y ahora son finas lonchas de embutido! ¡Para hacer feliz a los niños!
Corzo -Estoy cabreado, muy cabreado... alambrásteis nuestros campos y nos reducísteis a meros cachos de carne.
Cazador -No podemos evitarlo ¡Somos así!
Corzo -¿Y si te matara?
Cazador -Si me matas dejarás de ser un corzo y te convertirás en un cazador.
Corzo -Te desarmaremos entonces, te echaremos a patadas del país.
Cazador -No te lo tomes así, este país es precioso, hay un lugar para todos. Somos iguales. Mira; tengo cinco dedos.
Corzo -Yo tengo pezuñas.

Cazador -Podríamos convivir juntos, si quieres.
Corzo -De acuerdo. Desármate, elimina la carne de corzo de entre tus nutrientes, devuélvenos la tierra, comienza a masticar yerba.
Cazador -¡Y una polla!
Corzo -¿Entonces, nos declaras la guerra?
Cazador -No, no es la guerra. La guerra empezó hace mucho tiempo. Será una matanza.
Corzo -¡Somos el 99%!
Cazador -¿Leíste "El País"?
Corzo -No leo "El País".
Cazador -La última estadística demuestra que el 80% de los corzos aprueba la política que les da caza.
Corzo -De acuerdo, nos habéis convertido en idiotas.
Cazador -¿No te parece genial?
Corzo -Sí, ni siquiera tenéis que molestaros en cazar, tan sólo esperar a que llegue un alegre corzo trotando a la carnicería y se abandone.
Cazador -¿Verdad que es maravilloso?
Corzo -Si tú lo dices...pero quizá un día dejemos de ser corzos.
Cazador -Jijiji ¿Y qué seréis?
Corzo -Seremos cazadores.
Cazador -¡Imposible! ¡Un mundo sólo de cazadores no puede ser viable!
Corzo -¿Imposible?
Cazador -Imposible. ¿Qué carne comeréis vosotros?
Corzo -Comeremos cazadores.
Cazador -¿Y cuando os comáis al último cazador, os comeréis entre vosotros?
Corzo -¿Comernos entre nosotros? No.
Cazador -¿Y..?
Corzo -Volveremos a las montañas a pastar en el monte.