18 de marzo de 2011

nuclearistas

Mientras se publica este post se desconoce cómo acabará el accidente nuclear sucedido en Japón tras el terremoto y maremoto. Lo que resulta, siempre ha sido, claro es que el proceso industrial de fisión de Uranio -lo que comúnmente conocemos como energía nuclear- no es seguro. Y punto. Una actividad tan potencialmente peligrosa siempre estará a merced de las convulsiones de Gaia, un ente vivo que en sus millones de existencia nunca ha dejado de agitarse.

Mapamundi con la localización de Plantas nucleares. En total, 436 reactores en marcha y 53 en construcción. Como se puede constatar, hay unas cuantas centrales emplazadas en zonas de alto riesgo sísmico: China, Irán (en montaje), California... y/o en zonas inundables.

Ante la confusión del personal, llama la atención que sobre la catástrofe acaecida en Fukushima salgan en los medios como voces autorizadas las de "científicos independientes" que son colaboradores o trabajan para instituciones relacionadas con (pro) la energía atómica. Se emplean muchos esfuerzos para crear corrientes de opinión apologistas del asunto: los lobbys nucleares untan generosamente a sus defensores, no hay más que ver la documentación (disponible públicamente) sobre las jornadas que el foro nuclear ofrece específicamente para periodistas y políticos

A expensas de las consecuencias de la catástrofe indicada, parece llegado el momento del repliegue defensivo (preparando su próximo ataque) para correveydiles y gobernantes que juegan a hipotecar por miles de años el futuro de la vida en la Tierra tal como la conocemos.

Símbolo sobre-utilizado en los '70 y '80 en contra de las nucleares, después denostado y despreciado como desfasado, y que tal vez habrá que retomar con fuerza.

Tras guardar en el cajón del olvido lo de Chernobyl y ocultar los centenares de casos de escapes radiactivos que se han producido o producen en casi todas las centrales, en los últimos años veníamos asistiendo a la ofensiva desinhibida en favor de la proliferación nuclear. Con dos argumentos principales:
- Que es segura. Falacia descomunal a la vista de cualquiera con dos dedos de frente.
- Que es una fuente barata de energía. Es otro mito que han ido creando. Se puede consultar, por ejemplo, este artículo; el cual no está escrito precisamente desde un punto de vista ecologista, sino de un ingeniero partidario de mantener las actuales centrales pero que se opone por motivos de eficiencia y economicidad a la creación de nuevas, y desmiente los datos falsos que los medios han propagadoa propósito.

No deberían quedar en la impunidad las sandeces insultantes que a estas alturas continuan vomitando sin bajar en su intensidad los personajes* que de forma irresponsable y fundamentados en el Capitalismo más depredador, respaldan esta amenaza que pende sobre el mundo.

* Se dice que al señalar a un cabrón, se le otorga una categoria de importancia que no merece y de la que se retro-alimenta. A pesar de ello, no nos resistimos a apuntar algunos nombres propios que expelen monstruosidades nauseabundas sobre el tema en la prensa española y que merecen ser emparedados en las instalaciones donde se producen los escapes radiactivos: Hermann Tesch, Carlos Dávila, Alejo Vidal-Quadras, Antonio Burgos, Martínez Abarca, Pedro J Ramírez, Jiménez Losantos, Ruiz Quintano, Salvador Sostres, Ramón Pi, Daniel Rodríguez... etc.